martes, 28 de diciembre de 2010

Subidas y bajadas

Desde esta esquina puedo verlo casi todo, casi nada, y sobre todo tengo tiempo, mucho, lo justo. Llevo a penas diez minutos en la puerta, curiosamente de un banco, esperando, con la compañía de mi fiel nuevo amigo que mira casi tan sorprendido como yo. Esta mañana no ha sido una mañana distinta de navidad, es una de tantas, no hemos retrocedido tres años, ni diez, no ha sido mas que el después justo de ayer. Sin embargo, la televisión debe de estar equivocada como siempre, hoy hablaban de una gran preocupación por la subida en enero de la luz entre otros, de la gran crisis, de lo mal que lo pasaremos el año que viene. Y yo, y él, desde nuestra esquina, a las puertas de uno de los grandes culpables de este estado estatal, global, mundial que dicen otros, no dejo de ver galopadas a golpe de tarjeta, mamás y papás que cargan paquetes sospechosos, bolsas de colores y adornos persuasivos, edulcorantes enmascarados tras cristales, locales rebosantes de ávidos consumidores, sueños efímeros y volátiles envueltos en color. Y me pregunto yo, desde mi más profunda ignorancia, desde mi óptica consumista como la que más, desde mi neo perspectiva económica, ¿solo a mi me han bajado el sueldo?.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Regresar

Hace más de un mes que no entraba a dejar algo por aquí. No sé si será el contagioso espíritu navideño, las vacaciones o el síndrome de abandono en el que estaba sumergiendo al paraíso. El caso es que no es mala fecha, y menos siendo veintiséis, para venir a dejaros unas palabrillas de felicitación. Cuando el año ha sido difícil lo mejor es despejar el camino y ver el futuro con la dignidad de unos ojos limpios. Me gustaría desearos un fantástico fin de año y todo lo mejor que soñáis para vuestras vidas. Para mí está siendo una auténtica satisfacción ver como se aleja 2010 con su manto negro y su apesadumbrado andar. Seguro que 2011 tiene esa ternura de niño que todos deseamos, el color de una manera distinta de ver la vida, ojalá. Lo dicho, solo venía de paso mientras ordeno los sentimientos en la estantería de los apuntes y me reorganizo con el suficiente sentido y coherencia que merecéis. Gracias por seguir ahí. Feliz Navidad a tod@s.

martes, 23 de noviembre de 2010

Crónicas

Sigue muriendo espeso el sabor tibio en los labios, casi sin derretirse aún y buscando sonrisas de diciembre en un año ahogado en sinsabores y barrizales. La espesa niebla de un otoño gris como el verano emancipado de sus entrañas y caduco como la lluvia de este martes, no se disipa aún de mi horizonte. Ato nudos a destajo y sigue el vendaval golpeando con fuerza el mástil que apenas sostiene la mayor desgarrada y ensangrentada de espadazos de una furia eléctrica y feroz de la vida misma en sus avatares. Siempre hay luz, y calma, allende la tempestad, pero no por ello alzar la vista es menos doloroso, ni deja de caer el mundo en su esfericidad al vulgo terrestre frente a mis ojos.

domingo, 24 de octubre de 2010

Profe, ¿Hoy es domingo?

Mal andamos si a estas alturas dudamos del día en el que vivimos o todavía no asumimos que ese es un día de descanso para casi todos Pero me da vueltas en la cabeza como si mis neuronas jugaran al parchís sinóptico de sus espacios. Una sencilla combinación de palabras cuyo carácter interrogatorio me ha hecho tropezar con la reflexión del día. Qué maravillas no esperará esa criatura para anhelar ese día con tales ansias, o para perderlo con mil historias. Pero no pasa nada, no siente la necesidad de aprovecharlo como el último, no piensa en el mañana ni le tiene pánico. Total, mañana no es lunes, simplemente mañana es otro día, una nueva oportunidad de ser feliz, de divertirte y de amar la vida como única, de poner el mundo en tus manos para entenderlo mientras el ente artificial y adulto sigue perdiendo el tiempo. Tal vez sea el día, el único del mes que vea a su padre, quizás sea el día que juega el partido más importante de su ahora, seguramente es que no entiende los días como pegatinas de un calendario que se esfuman a las 00,00, convencido estoy que no rellena ni ocupa sus días para engañar a nadie, te puedo asegurar que solo es una actitud ante la vida, y lo peor, es que solo sera un sueño que durará en sus manos hasta los trece, justo cuando empiece a entender algo del mundo que tenía en sus manos y a desaprender de los impulsos que murieron atrapados en los cánones del bien grabados en las paredes.

Sin despertar a tiempo

Últimamente, y por los intrincados caminos que elijo me vengo encontrando personajes muy distintos. Qué duda cabe, que parte de ellos los elegí inconscientemente, pero nunca los imaginé tal como son. Andar por los pasillos de abajo de la universidad te hace descubrir tantas cosas que ni la mejor de las clases de psicología te podría ofrecer. A veces me quedo ensimismado los primeros quince minutos de la clase intentando hacer memoria -habilidad que perdí con el oficio- de cómo era yo con los dieciocho años a cuestas, pero la verdad no encuentro muchas similitudes, o quizás no las recuerde con exactitud. No se, algo ha cambiado sobre manera en muchos ámbitos y, cuando vuelves a los espacios en los que ubicaste parte de tu historia personal, ya no te ubicas con facilidad. Los prototipos los han tumbado las exigencias personales, los modelos estereotipados llevan una mano de pintura. Hoy todo es diferente, distinto y pasa inadvertido. O tenemos la mente muy abierta o somos muy diferentes, o está cambiando tanto todo que hasta me gusta. Lo cierto es que es una experiencia cada tarde compartir una clase de universidad de primero con mis compañeros. He tenido suerte, y mirándolo bien, no responden a los modelos estereotipados. Yo tampoco soy un carca pero me encuentro a algunos días de distancia de mis compis de pupitre. Simplemente hay sensaciones que se han vuelto realidad. Las diferencias nos unen más que las similitudes y en la raíz de su existencia está el misterio del amor, la amistad y hasta la convivencia.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Derechos vs derechos, o tal vez izquierdos

Lo necesario para vivir, la sinergia de la propia humanidad era hoy, más que nunca, un ciclo invertido de los que no encuentran solución. La manida frase de los derechos de los manifestantes terminan cuando empiezan los de los trabajadores, o que el derecho a la huelga no puede fulminar el derecho a la educación, al trabajo, ni conculcar otros de particular importancia yacía hoy sobre el asfalto quemado de los accesos inaccesibles de las capitales de provincia de esta bendita España. Yo quería trabajar hoy, o mejor, no quería adherirme a la manifestación impuesta por unos pocos, ni ser pancarta de sus lemas, ni comulgar con sus ideas. Simplemente porque creo que es una medida a destiempo, inútil y oportunista, una conspiración maquillada y un intento vulgar y meridiano por contentar a todos. Hace meses que los sindicatos deberían haber puesto al país en guerra, contra quien la merece. Yo no tengo la culpa de los desbarajustes y despilfarros de unos pocos, y sin embargo los estoy pagando, yo no tengo la culpa de la idiosincrasia de otros tantos y me niego a participar en sus propuestas, aunque las respeto. Pero hoy no me han respetado, han vulnerado mi libertad y han intentado de manera radicalista imponer su intención. Yo me adhiero a lo que quiero, participo en lo que mi conciencia cree oportuno y actúo como creo, aunque me equivoque. Pero en un país democrático nadie me va a obligar a nada ni imponer tal cosa. Nos estamos sumergiendo en una espiral de mentira que no me gusta nada.

martes, 31 de agosto de 2010

El deseo de volver

Se pierde el último suspiro de este tiempo sórdido y ocioso. Va palideciendo el estío al ritmo de los días que decrecen en su alcoba, que van cerrándose húmedos y espesos buscando septiembres de incómoda prestancia y de inútiles intentos por afrontar la humana pesadilla de lo cotidiano. En definitiva todo vuelve al cauce normal que acostumbraba, a la monótona quietud de los días repetidos y anquilosados en el espíritu del hombre que vive preso de su trabajo como último reducto de vida y respiro. Como decía Silva en su última novela, -y no le falta razón- el ser humano está hecho para trabajar, para realizarse en su trabajo y para vivir de él. Andaríamos , como afirma Lorenzo, envueltos en luchas por la supervivencia, en desgarradores conflictos que terminarían con la especie sino fuera por el yugo laboral. Cual animales lucharíamos si no encontrásemos la vía de escape que nos cimenta, alimenta y fermenta, ese acicate paralelo a lo familiar que ocupa la mente y la entretiene, que derrite el ego y lo alimenta, que sosiega al alma y la preocupa. Pensándolo bien, volver a trabajar está siendo la mejor medicina de todas. Nunca he concebido vida sin trabajo, al igual que me sucede a la inversa, pero creo que en su justa medida una combinación perfecta de ambos es un antídoto contra lo insufrible y una mansa manera de aceptar la vida como se acerca hasta ti. Mañana comenzaré mi jornada con la ilusión de volver donde me siento yo, donde me encuentro, donde puedo dar, al lugar donde crece el árbol de la vida, al rincón imperceptible de la psudorealidad personal que alivia el sufrimiento. Aunque tuviera todo el dinero del mundo me verías por allí, quizás no me guste estar ocioso, tampoco excesivamente ocupado, ni soy el ejemplo de nada, además con la que está cayendo como para quejarse. Siento la necesidad de sosegar la tempestad.

jueves, 26 de agosto de 2010

Primer día de cole

Esto de la tecnología es lo que tiene, pero los caprichos del universo a veces te rozan de lleno. Me da por escribir del trabajo y sinopsis de la vida, mi sobrina se empeña en publicar sus primeras palabras de su primer día de colegio en su primera bitácora. Yo le di la pluma digital y ella dio sus pinceladas a modo de buena escritora, con esencia de modista, y talento de artista infantil liberada de los estúpidos prejuicios que nos persiguen a los adult(er)os. Ahí queda eso.
Dentro de poco empiezo el cole y paso a tercero. Cuando llegue hablaré con mis amigos y le contaré las vacaciones y como me lo pasé en la playa. Este año tengo una profe nueva que se llama Gloria y es muy buena. Tenemos un uniforme muy bonito, la falda es de cuadritos, y la camiseta es roja con el nombre de nuestro colegio. Los zapatos son color azul oscuro, y queda muy bonito el conjunto. Mi madre no me va a comprar el chandal porque educación física nada más que es un día a la semana. Paloma.

lunes, 16 de agosto de 2010

Exactamente...

De todos los momentos del día, hoy me quedo con este. Sé que será el mejor, no he vivido más, pero tengo la extraña sensación de que acaba de llenarme por completo. Gracias. (Aún no se ha puesto el sol)

sábado, 7 de agosto de 2010

En tierra, mejor moverse

¿Y si todo parara por un momento? La pregunta que tantas veces me golpea la sesera para sentirme más libre y salir de la irremediable dinámica del tiempo. Hoy, me encuentro un artículo de esos que, intentando ofrecer respuestas claras, deja miles de preguntas y millones de reflexiones adyacentes: ¿Que pasaría si la tierra dejara de girar? La pregunta tiene una semántica escalofriante pero su propia lectura causa esa sensación de ingravidez de los `cacharritos´de la feria. La respuesta no es extremadamente convincente ni científica, tampoco la requería, pero me deja un saborcillo que mastico inquieto imaginándolo antes de leerlo. La cifra que más me impacta es la velocidad de vuelo rotatorio que estamos experimentando, incluso ahora mientras disfrutamos de una relajada lectura: 1700 kilómetros por hora en su punto más álgido, es decir, en el ecuador, y velocidad nula en los polos (y algunas quejándose porque el viento les mueve su pelo recién planchado). La segunda de las conclusiones directamente me litifica, si le diera por parar al globito saldríamos disparados por pura inercia, desaparecería la fuerza centrípeta que nos tiene atados y volaríamos en pedazos por el universo. El planeta quedaría estructurado en una masa de tierra que dividiría dos enormes masas de agua. Y la última y más previsible a los mundanos, o al menos, la primera que me rondó los labios antes de que mi prudencia callara mi ignorancia; contaríamos con días y noches de seis meses. Sin duda una manera diferente de vivir, un cambio profundo y sustancial. De todas, me quedo con esta última, y de ella, con los seis meses de noches, casi doscientos días contínuos disfrutando de la libertad lunática de oscuridades de ensueño y relax. Pero claro, sabe Dios lo que costaría eso al país, y al propio planeta, e incluso a la luna que no creo que pueda soportar tanto tiempo en vela, ni muchos podrán con su tanorexia olvidar a su preciado Eros. Mejor que esto no pare como decía alguna cancioncilla repetida, que todo siga igual, y que aún siendo profunda, la crisis no llegue a los estertores de nuestra tierra.

martes, 27 de julio de 2010

El gran ojo duerme en cada uno de nosotros

...y mira hacia nuestro interior con la ególatra mirada que nos ronda imperturbable como condición sine qua non para nacer y sobrevivir en esta sociedad artificializada.
Ultimamente me ronda la idea de que todo está disociado y disperso porque no es más que una falacia o una escusa para terminar inmersos en el sistema y todos siendo parte de él. Ahora está de moda televisar cada impulso de nuestras vidas, contar, vivir y experimentar con el ser humano como hacíamos con las ratas de laboratorio. Es el show de los realities, nos han inculcado una manera de vivir inherente a nuestra propia realidad y con la que convivimos, la hacemos propia y la necesitamos incluso criticándola. No se si me explico, -no se casi si me entiendo-, pero suena elegante eso de criticar los programas de realidad televisada donde se muestran publicamente las vidas de personas para afrontar un concurso, unas pruebas y obtener un beneficio a cambio. Vender tu vida a millones de personas, publicar tu intimidad a golpe de talón, mostrar tu ignorancia y desnudez al mundo con el descaro de quien no tiene miedo al ojo que observa despiadado al otro lado. Y entonces, calibrando mis pecados, cuando publicamos en nuestra bitácora nuestra vida capitulada, o lo que pensamos, o lo que somos, o cuando nos desnudamos al mundo sin sonrojarnos, o cuando escupimos verdades o pensamientos, o cuando rompemos el hielo del cristal que nos mira, o cuando salpicamos la pupila de letras estúpidas hablando de lo que nos preocupa, nos gusta o nos entristece..¿acaso no estamos televisando, radiando, contando y elevando a lo público nuestras vidas?
Vivir no es más que una manera hipócrita de existir, pero a veces nos esforzamos en refinar las estupideces, en dar una exquisita y modélica versatilidad a nuestra expresión que nos parece nos mejora. Únicamente parchea las deficiencias sin sanarlas. Seguiré (tele)realizando mi existencia, seguramente por mi, pero tal vez porque quiera contarlo, en definitiva necesitamos de los demás, somos seres sociales. Mi punto de contacto con el mundo, el sentido de mi existencia, o la simple convicción de que no podemos usurpar la felicidad porque no crece en soledad.

sábado, 24 de julio de 2010

Sueños compartidos

Inmerso en mi aventura personal, disfrutando de los ratitos y sueños que me deja un verano de temperatura rasurada al color de las olas, y disfrutando con los último coletazos de Millennium, hoy me sorprende un correo cuanto menos atrevido. Abrir la lata digital ha sido esta noche un motivo de alegría y sorpresa. Hay cartas que no dejan de alegrarte, otras que publicitan cosas aburridas, pero algunas, como la de esta noche, me ha dado un motivo especial para escribir. Me cuenta un amigo que se marcha, que se marcha con la mejor de las intenciones, y se marcha para volver, lo hace a dos ruedas, con esfuerzo y sentido, con alguien que no conozco y lo acompaña. El caso es que se va a meter entre pecho y espalda, o mejor, entre recto femoral y sartorio la friolera de mil kilómetros a golpe de pedal, que se dice pronto. A partir de este momento, ha nacido mi admiración más profundo por este par de locos atrevidos que llegarán a Santiago con la misma ilusión que mañana partirán. Pero en una época hastiada de ver sangre en directo, de ver carne fresca volando por los aires, llantos que traspasan el monitor y tocan el hígado del televidente, vamos a tener la oportunidad de vivir en directo algo más agradable. La dinámica y frescura de la tecnología va ser usada por esta pareja para contarnos sus aventuras del camino. Creo que ha sido la segunda mejor decisión, tal vez la menos importante para ellos, pero lo más gratificante para todos los que tendremos la oportunidad de `hacer´con ellos el camino, de ver los paisajes a través de sus ojos, de sentir el cansancio en sus palabras y de sentirnos más humanos al leerlos. Hoy me apetece especialmente ver como dejan atrás su pueblo, sus vecinos y amigos con un sueño por cumplir. Nosotros os esperaremos por aquí para que nos contéis las anécdotas que desde esta misma noche estáis empezando a almacenar en esas cabezas que no descansan. Seguiremos vuestras noticias e iremos haciendo un pequeño monumento junto al Morabito porque llegar a Santiago tiene mérito, pero compartirlo me parece un regalo.
¡Feliz camino amigos!

lunes, 5 de julio de 2010

Ciclos

Pensar que estamos pertrechados con los justo para sobrevivir nubla en ocasiones el verso de la realidad. Marchas pensando que nunca se acaba, que la puerta que cierras la puedes abrir al amanecer. Pero cuando la noche ha caído, el silencio seco solo tiene oídos para la luna, todo acaba, y mañana solo será un nuevo día, distinto ya a todo lo anterior. Esta perniciosa convivencia con el cambio, a la que me presuponía acostumbrado por la propia inercia de mi vida, ha terminado por dejarme sentado a media altura en la roca que aún te permite tocar el océano pero no te deja perder el contacto con la tierra. Es el atril perfecto, la panorámica ideal para no caer en falsos testimonios, en añoranzas inútiles o en el desencanto vitalicio. Pongamos que son pruebas, que es la dinámica pura de la existencia o el capricho elegido, pero no por ello resulta más sencillo. Con todo, me gusta experimentar estos sentimientos, ver cómo reacciona el alma en silencio, y comprobar como la existencia se alimenta compartiendo. Seguiré mirando el vacío, pero imagino que cada vez con más madurez, cada vez con más sentido, y cada día con la ilusión de que se cerró esta puerta, como tantas, pero aún conservo el sueño de abrirla cada vez que me presten la llave para hacerlo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Hipocresía

Esta vez no. No voy a hacer el esfuerzo por intentar entender nada más allá de lo que vea. Será la dinámica perversa de la vida o el azar. Antes a golpe de vista descifraba los rasgos más sobresalientes, que no más notables, de cada persona que conocía. Con el paso del tiempo la mayoría se mantienen, y otros cambian, o simplemente nunca fueron, y eso me mata. Será mi exigencia o la tendencia a un perfección que no es humana, pero no lo soporto. Voy a dejar de definir, y me paso al balcón de la observación. Voy a dedicar la vida a contemplar sin enjuiciar. La verdad, no es que me equivoque mucho, pero lo cierto es que gano tiempo con la persona, aunque pierdo unas experiencias inolvidables. Esa del derrumbe de los prejuicios, la desilusión, las noches pensando en el desencanto personal, las cuestiones trascendentales y otras que no vienen al caso. Al final va a resultar que es bueno ser casi visionario, pero a veces me cambiaría por aquellos que dicen no ver las cosas, aún no entiendo el esfuerzo de hipocresía de aquellos que viven subidos en ninfas emparradas. Me cuesta tanto creerlo que me produce demasiado pudor pensar como juegan con la inocencia impoluta de los otros. Me gustaría abstraerme, pero soy un animal más de opinión formada que de observación creada, costumbres.

viernes, 18 de junio de 2010

HOY llega..... `EL ERILLO´

` El Erillo ´
Después de un inmejorable trabajo de alumnos, padres y maestros, llega el primer periódico gratuito del colegio. El diario que resume todas las anécdotas del año y las locuras educativas más simpáticas.

sábado, 12 de junio de 2010

(Re) capacitando

Día anodino el de hoy, de esos que crecen de la existencia y se multiplican en la convivencia. Se que no todos los días pueden ser igual y por eso valoro vivir de esta manera, pero hay esperas que agotan el alma con la incipiente necesidad de descongestionar cada impulso. Valga la espera como consuelo, como pupitre lleno de algoritmos sin resolver y con miles de soluciones imposibles a tu alrededor. Hoy es un día de los del vuelco, del derrumbe, de la catarsis y la reestructuración de los valores, de las preferencias y de las necesidades. Lo mejor de hoy, el café de la mañana, el sorbo de media tarde, mi soledad, y su sonrisa siempre a tiempo.

viernes, 11 de junio de 2010

Cartas sin sobre

Volver a mi silencio era la receta justa para llegar al punto de encuentro. Allí, junto a alguna encina atravesada por el paso del tiempo, de brazos robustos, frente alta y sobre la tierra llana y espesa donde el sudor descansa ,te encontré. No sabía en qué momento de mi vida llegaría, pero tal vez no lo elegiste tú, ni lo hubieses planteado así, o tal vez sí. La ausencia de explicaciones hace más sencilla la existencia y más útil el cuidado del alma, preocupada de egoísmos que mueren en la libertad individual de nuestra ególatra deidad. Hoy, cuando te estás marchando, sin agónicas despedidas, sin falsos golpes de tez, sin besos judaicos, en silencio, y con la fortaleza impertérrita que siempre descubrían tus ojos, sé que estás acariciando la mano de quien te acompañó en este paseo. Sabes que llorar de nada sirve, que los hombres lo hacen, pero tú no, que el dolor es parte de la vida y la anestesia del sufrimiento, pero sabes también que nunca pude ser así. Déjame llorar tu ausencia aunque no me veas, déjame ser débil y echarte de menos, recordarte y escuchar tus ideas, tus explicaciones, tus irreverencias, tus deseos, tus sueños incumplidos y tus miedos de media tarde. Déjame enviarte esta carta, y cuando la recojas no se lo digas a nadie, léela en silencio y no me contestes, que seguro sabré que la leíste. Te envío algo más que un puñado de letras, te escribo algo más que un sinfín de sentimientos, te llevas una parte de mi; pero me quedo con un inmenso libro de emociones que guardaré para siempre en la biblioteca de mis sueños.

martes, 1 de junio de 2010

Martes al sol

La naturaleza humana está preconcebida para aguantar situaciones tan extremas que ni viviéndolas llegaríamos a creerlo. Hoy ha sido demasiado cansado para escribirlo, demasiado largo para contarlo y excesivamente espeso como para reflejarlo en unas líneas que no resulten cansinas. Me quedo con flashes de vidas enlatadas, de animales que nacieron cautivos, de especies preservadas para el conocimiento humano, de circos camuflados en reservas. Me quedo con los niños chorreando alegría, sorpresa y decepciones. Me quedo con un día soporífero, insoportablemente caluroso y la última sonrisa del día, que quizás también fue la primera. Me quedo con las horas que compartimos, los minutos que sonreímos; me quedo con todo, hoy hemos aprovechado para ser felices, es una solución rápida para anestesiar la monotonía y dar sentido a la existencia, pero es la mejor receta para vivir, que es suficiente con los tiempos que corren y el calor que dejan detrás.

jueves, 13 de mayo de 2010

Perdón

Con la libertad ideológica de quien se siente sin ataduras, desde la cómoda perspectiva de una forma de vivir elegida y personalizada, cuesta comprender la vida cuando vienen a pellizcarte donde más duele. A nadie le sobra lo que aprecia y nadie se quiere desprender de algo que le costó, le cuesta, y no es un regalo sino un derecho adquirido. A nadie miraba mal cuando hasta los pasos callejeros tenían valor de mercado, no odiaba a ninguno de los que dispensaba el metro cuadrado de choza a precio de palacio, ni despreciaba, ni tan siquiera con la mirada a quien lucía nuevo carro fruto del engaño, la especulación y las manidas y consabidas adjetivaciones de lo que daban en llamar el negocio de moda. Paciente y abnegado en mis costumbres, en mis creencias y en los valores que me intentaron inculcar los que tanto aprecio. Hoy, cuando creía haberme ganado un ápice de esa dignidad con mi trabajo, mi esfuerzo y las horas que dediqué a una de mis pasiones, me he dado cuenta que estoy muy equivocado. Me lo recordaron ayer, pero me lo recordarán durante un par de años a razón de un cinco por ciento cada mes para que no olvide que fui mal ciudadano. Y es que no pagué el flamante deportivo de mi vecino, aquel que se compró con los trece pisos que adquirió y revendió, no ayudé tampoco a construir las viviendas de aquel terreno que pensaba era para construir una escuela y terminó siendo un paraíso de lujo construido por pobres obreros de sol a sol por tan solo cuatro mil euros al mes. No escarmentado con mi osadía, cometí el error de no ayudar a esos impulsivos y luchadores currantes que compraron un chalet de lujo al que aspiraban con sus sueldos mileuristas. He sido un abnegado luchador, pero solo para mi, me olvidé compartir, de dar parte de mis riquezas, de entregar todo cuanto tenía, me olvidé de los demás. No os preocupeis tengo veinticuatro meses para ofreceros tan solo el cinco por ciento de mi esfuerzo, como no, para eso estamos los que no supimos aprovechar los excesos, perdón por mi individualismo, torpeza, ignorancia y acritud, prometo recompensaros.

sábado, 8 de mayo de 2010

dioses de andar por casa

He visto vagabundos dioses sin paraíso, reyes sin corona que pisan alfombras impolutas de residuos de su propia ignorancia. Pero lo peor no es que estén, lo peor es que hagan padecer y algunos los mantengan. Ahogados en la inferioridad aplastante de un ego absuelto de dignidad y preso de las falacias de una pobre infancia, amasados en odio en polvo de lactancia y repartiendo deidades y mentiras para sobrevivir del yugo de las hienas que dice ver en quien solo siente pena y compasión de tan inocente, inútil y perversa mente de cuerpo frágil.

sábado, 10 de abril de 2010

Esfericidad planetaria infantil

Estamos terminando de llenar de sueños las burbujas que navegan por los micro espacios de este universo irreal de sensaciones. Quiero insuflar todo el aire posible de mis pulmones, bombear todo el cariño que me quede por ofreceros y colorear la esfericidad de vuestras ilusiones para que seas igual de felices que hasta ahora. Sé que cuando comiencen a volar, cuando se desprendan del vértice que las alimenta , navegaran sin fisuras por un mundo que está deseando verlos explotar de alegría. Os deseo lo mejor para cuando me marche. Lo haré sin mucho ruido, pero seguiré soñando con el vuelo de vuestras pompas, con la esfericidad de vuestras ilusiones y con la maravillosa explosión de vida con la que me sorprendéis cada día.