martes, 10 de marzo de 2015

Si pudiera escribirte

Cuando la vida pasa por tu lado disfrazada de tristeza, cuando duele una mirada de arcén, cuando pesa su recuerdo más que los años, cuando la soledad se clava en el cristal que os separaba, cuando un sueño se incumple y cuando los deseos se aferran al arrepentimiento duele el alma en cada latido del corazón huérfano de abrazos y miradas que se han perdido para siempre. La culpa no existe en ti, ni tan siquiera en tus actos, ni es el amo de tus intenciones. La vida no
se elige y a veces duele como sus ojos, hiere como lo injusto que es el mundo de color gris asfalto, como la eterna línea que os separaba, como el último refugio de su cuerpo. Pero siempre quedará en su corazón la mirada dulce de tus ojos, el último y el mejor adiós que nadie tuvo, la calidez de unos ojos que por fin lo miraron, de unos pensamientos que lo cobijaron y le dieron el amor que nadie supo entregarle. Entendió tanto tu mensaje que entendió que era su último día, el último y el mejor suspiro, porque cumplió el sueño de sentirse amado, de encontrar un ángel que valoró su esencia por encima de su presencia. Podrá abrazarte donde esté,quizás sea tu alma protectora, pero estoy convencido que recordará por siempre tus ojos que fueron los primeros que lo miraron con amor, fueron el aliento y la recompensa a estos días de eterna soledad. No has dejado de hacer algo, has hecho que el último sea el mejor de los días de ese vagabundo, que sus ojos triste se iluminaran con algo más que lágrimas, que el asfalto doliera menos bajo sus pies, y que los sueños se cumplieran, que el corazón se sintiera pleno y que sonriera, porque tus ojos vieron en él lo que otros no supieron ver, porque tu aliento reconfortó su esfuerzo, porque tus manos lo supieron abrazar y porque un deseo es mas fuerte que una legión de buenas intenciones. Cuando un corazón ama, ni la vida es tribunal acreditado para hacer juicios ni el tiempo tiene medida para valorarlo. Eres tan especial y única como él, tan enormemente grande como su corazón.  

martes, 3 de marzo de 2015

Danzas de lo imposible

Los puentes no han logrado nunca atravesar los océanos, como la piel nunca tiene memoria de las caricias que se dieron. Los imposibles perviven solo en el intento, en los sueños y en los anhelos de los que saben soñar cuando se turbia el agua que separa el límite acristalado de la distancia. Pero ten paciencia, sigue tu rumbo, tu camino, por más que veas correr a los otros vestidos de imposibles que no saben reconocer, no tuerzas tus pasos, no vaciles, no enturbies tus ideas, no aturdas el guión que marcaba tus huellas y que te han traído hasta aquí. Aprovecha el impulso de ese golpe de aire de los que te pasan veloces y tómalo como aliento, y el veneno escúpelo sin acritud, sin maldad, olvida y levanta el vuelo de tus alas con el motor de tu soledad.  El desprecio no sirve de nada, vivir lo arregla todo, vivir en paz, amar lo propio y lo ajeno con la esperanza de que todo cambie, respetar sin juicios ni reproches, amar con la dulzura de quién no conoce el sacrilegio, amar con la esperanza de quien ve huellas donde no hubo pasos, amar con la grandeza de quien se quiere, y ver luces en la sombras, y ver como el mundo cambia, como se transforma, como los símbolos son señales y las barreras puentes, y las cadenas impulsos, y las líneas quebradas sonrisas, y los días amaneceres, y los ahogos latidos, y los negros colores y un sinfín de verdades que vivían en ti sin tú vivirlas.