domingo, 3 de agosto de 2014

Libertad

A veces la libertad vive tan cerca que me ruborizo al tocarla, es tan ausente que duerme aletargada entre mis manos resbalando sedosa. Me mira y respira hondo acompasando mis suspiros, escribiendo el guión de mis sueños cuando la concertina descansa tras el párpado. Así es ella, suspicaz, versátil; luna y reflejo de un pantano acristalado de un solo protagonista. Es bella como los ojos de un niño, cruel como el sudor de un héroe, elegante y perspicaz como el velo de una novia e irónica y sutil como los pliegues de su traje.