viernes, 26 de septiembre de 2008

Cambios

No se acostumbra uno a esto de los cambios repentinos, a partir rutinas en pedazos y recomponer rutas perdidas como el puzzle viejo cuyas piezas no cuadran hasta el final. Es difícil, pero es lo que elegí y toca acarrear con la bendita penitencia. Lo que peor llevo es la metamorfosis instantánea a la que someto mi cerebro para no volverme loco. Ayer contando partidos y hablando de historias futboleras, hoy enseñando informática a adultos. Pero eso es la vida, sin más, sin poder elegir, o habiéndolo elegido. Me siento afortunado, pero lo echo de menos, lo necesito, la añoro. La radio es una forma de vida, un modo singular de vivir. Maldito destino, o bendito, te espero, se que volverás, y me sorprenderás de nuevo. Me gusta esta locura. Los caminos se eligen y los finales te sorprenden, las señales no indican las mismas rutas, pero terminan confluyendo. La vida es elegir, pero cuando se ama algo, terminas con ello en tus manos. Bendita pasión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace poco me dijeron "la meta es el camino"...pero para recordar quien eres realmente.Todo cambio demuestra un enorme valor por quien que lo emprende y eso ya es un mérito grandioso, pues todos y cada uno de nosotros somos dueños de nuestras vidas, aunque haya momentos que no lo sintamos así.

Juanma dijo...

Querido Miguel, ¿dónde estás?...
Un abrazo.