viernes, 28 de marzo de 2008

Cuando la vida pasa..

...que mas da dónde pasa. Da igual donde suceda, si respeta y acata las normas, el limite epitelial de lo humanamante sano. ¿Quiénes somos nosotros para arañar la naturaleza, para descarnar el cuerpo o artificializar la concepción? Tildamos el mundo de machista, esgrimiendo las dudas que se ciernen sobre el lenguaje social y cuando se infiltra la igualdad artificializada nos ponemos a temblar. ¿Por qué no podría dar a luz un hombre? No es la sola sensación carnal, sentimental, la que aterroriza a la humanidad. Es el derrumbe catastrófico del legado machista que impera en los suburbios de nuestras conciencias incrustado el que tememos. El miedo a pensar que seremos iguales, o mejor, indiferentes. La naturaleza no cambia, degenera sin perder sus raíces. Nos empeñamos en maquillar a golpe de bisturí, lo que parece ser un cambio natural, o un capricho inentendible de la naturaleza humana. Pero ella misma, con su fuerza aplastante nos demuestra que no se puede derrocar su poder. Se ha levantado sobre sus cenizas y nos ha demostrado que si manipulamos, también ella sabe asustar, y generar vida de cuerpos que nos parecen hacedores de otras circunstancias. Yo creo que el debate no es si un hombre está o no embarazado, la pregunta es si soportaríamos que un hombre estuviera embarazado siendo tal. Tenemos miedo a los cambios, nos desequilibra lo desconocido, nos asusta, pero somos alquimistas descontrolados, metemos el mundo en pipetas y buretas y cuando se condensa nos echamos a correr. Pensamos que lo controlamos todo y no tenemos control ni sobre nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ufff, tienes razón...si ya sólo la fotografía "choca" bastante. Lo que se sale de lo normal, correcto, lo que estamos acostumbrados, lo que parece que está bien, lo de toda la vida...llámalo como quieras, nos aterra!. No forma parte del pensamiento único y automáticamente lo rechazamos, a pesar de ser un acontecimiento mágico que por naturaleza nos ha correspondido a las mujeres. Es complicado salirse de lo establecido socialmente, pero yo tengo esperanza..

Anónimo dijo...

Tenemos miedo a los cambios, nos desequilibra lo desconocido, nos asusta ... pensamos que lo controlamos todo ...

Totalmente de acuerdo con tu reflexión. Ojalá aprendamos a revolotear más libres.

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