miércoles, 21 de marzo de 2012

Lejos

A veces creo que la distancia no es más que los ojos con que miro mi camino, una percepción inútil de mis manos que no quieren más que volver a tocar los inventos de mis sueños. A veces creo que la distancia no existe y a veces pienso que es inútil seguir corriendo, porque el final muere a kilómetros de mí. A veces pienso que la distancia, como el olvido, duele, que enferma el alma con la perversa fuerza del odio, del frío, del desengaño; y de la profunda somnolencia de un amor que duerme despierto buscando un abrazo.
A veces pienso que las palabras pueden herir el alma, que los versos apuñalan el iris con más fuerza que una daga, pero creo que la distancia es el muro infranqueable donde duermen los recuerdos, una agonía inmerecida, una condena, pero cuando es elegida, es algo más que un suicidio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando se quiere y se valora algo... no hay distancias!!! y ningún muro es lo suficientemente grueso para no poder derrumbarlo!!

Miguel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mar de luz dijo...

A veces la distancia cura y te habla al oido susurrando palabras con un significado distinto al original. Todo está lo lejos que uno quiera que esté, yo estoy aquí.

Enhorabuena por tú entrada, me sedujo