A veces creo que la distancia no es más que los ojos con que miro mi camino, una percepción inútil de mis manos que no quieren más que volver a tocar los inventos de mis sueños. A veces creo que la distancia no existe y a veces pienso que es inútil seguir corriendo, porque el final muere a kilómetros de mí. A veces pienso que la distancia, como el olvido, duele, que enferma el alma con la perversa fuerza del odio, del frío, del desengaño; y de la profunda somnolencia de un amor que duerme despierto buscando un abrazo.
Siete años
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No recuerdo el día que nos conocimos, ha llovido mucho y en la Plaza Nueva
ya no se coge el 17 que me llevaba al Polígono. Eran años de vespino,
Tremendo...
Hace 5 años
3 comentarios:
Cuando se quiere y se valora algo... no hay distancias!!! y ningún muro es lo suficientemente grueso para no poder derrumbarlo!!
A veces la distancia cura y te habla al oido susurrando palabras con un significado distinto al original. Todo está lo lejos que uno quiera que esté, yo estoy aquí.
Enhorabuena por tú entrada, me sedujo
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