El esfuerzo de despertar merece la pena solo por ver amanecer, solo por saber que hay pequeñas cosas en la vida que te necesitan. El interés de ser imprescindible duerme en los sueños que hierven del café que madruga contigo. La necesidad de dar luz a los amaneceres oscuros, la intranquila connivencia del reloj con la mesura medicada de un buen desayuno. Y al fondo de todo, en la cola del piano interminable, un único pensamiento: Hoy no es un día más, hoy es un nuevo día, una nueva oportunidad para ser feliz.
Siete años
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No recuerdo el día que nos conocimos, ha llovido mucho y en la Plaza Nueva
ya no se coge el 17 que me llevaba al Polígono. Eran años de vespino,
Tremendo...
Hace 5 años
4 comentarios:
"Hoy no es un día más, hoy es un nuevo día, una nueva oportunidad para ser feliz". Preciosa y acertada conclusión.
Un abrazo compañero.
Son las siete y cuarto de la mañana. Despierto ya. Leyéndote. Promete el día.
Un fuerte abrazo, mi querido Miguel.
Maravilloso...
No hay nada mejor que amanecer y tener la oportunidad de leerte un día más.
Un saludo
Gracias a todos por vuestra visita puntual. Da gusto abrir la puerta del paraíso y ver pasar a los vecinos de siempre.
Me alegro de saber de vosotros, pero aún más, de leeros.
Abrazos y besos para TODOS.
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