miércoles, 29 de abril de 2009

Olvidos

No es que quiera olvidarme de volver a refrescar de nuevo el cuadernillo con apuntes de existencia, no es que no tenga tiempo por más que me atosiguen las obligaciones, es que nunca encuentro el momento deseado por cuerpo y mente para amasar en palabras alguna que otra pincelada mental deseosa de escapar de los estertores de mi conciencia. Esta mañana ha despertado pronta y recuperada, inmersa en una vigorosa y placentera capacidad retentiva de la que me he aprovechado para dar un empujón a mis estudios. Es entonces cuando reconfortado el espíritu se pueden volcar palabras en la bitácora sin pensar que las pinceladas sean brochazos a tinta china en un inmaculado lienzo de primavera. Tan sencillo como trasparentar la mirada, decolorarla con el cristal del día y buscar al fondo del cuadro para rescatar lo mejor de cada uno de ellos. De todos los del calendario me quedo con hoy, y con mañana cuando sea hoy, y con el 26 de Marzo cuando sea hoy, pero siempre con ahora, porque me cansa pasarme la vida escalando días sin que aparezcan más que cuando ellos quieren, deseando momentos que vienen a su antojo y perdiendo el hoy por un mañana que quizás no exista, y seguro no será como lo ves ahora. Me olvidaré de todo, de los niños de la biblioteca, que no me dejan centrarme en la reflexión sistemática del lenguaje, del maravilloso tema de la niña bonita, pero nunca de los pliegos de mi paraíso, de las notas casuísticas o circunstanciales que me adornan la puerta a un mundo que me atrae, pero hoy, si, hoy.

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