lunes, 17 de diciembre de 2007

¿Qué es eso de la transformación en internet?

Había leido cosas sobre el rol que se adoptaba en la red, los perfiles que iban configurando los usuarios sobre sí mismos y lo que podía llegar a transfigurarse una persona navegando. Hace poco leí esto y en mi transformación como navegante, pense que era no solo bueno sino necesario compartirlo con ustedes. Leanlo con atención e intención y sobre todo, no tengan miedo a sentirse identificados, yo lo hice, comprendí algo más la realidad, pero también me comprendía más a mi mismo y a los que me rodean, no deja de ser interesante.
Seguro que alguien ha estudiado en profundidad este fenómeno desde el punto de vista psicológico”, pensé, y envié un mail a Natasha Schull, profesora en el departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad del MIT. Oí hablar del “Internet flaming”, es decir la impulsividad en la comunicación vía mails, SMS o en Internet cuando desaparece la inhibición que supone el contacto cara a cara, y me envió el artículo científico The Online dishinibition Effect (El efecto de desinhibición en Internet), como la mejor referencia a este tema.
La desinhibición en Internet
El planteamiento inicial del artículo resulta bastante obvio: en Internet las personas actúan de forma más intensa, y dicen o hacen cosas que quizás no harían en una relación cara a cara. Exite un efecto desinhibidor qu nos permite expresarnos de manera más abierta, en una de estas dos direcciones opuestas:a) desinhibición benigna: cuando compartimos aspectos personales de nuestras vidas, información si esperar nada a cambio, o realizamos actos de generosidad y empatía con deseo sincero de ayudar a alguien aunque no lo conozcamos en persona.b) desinhibición tóxica: a modo de catarsis podemos utilizar un lenguaje agresivo, malos modos, y realizar ataques directos que nunca haríamos en el mundo real. Nada realmente nuevo de momento, pero el psicólogo especializado en el ciberespacio John Suler desgrana los siguientes 6 factores implicados en dicha desinhibición online:
1- Disociación por anonimato.El hecho de poder separar la identidad online y la del mundo fuera de Internet permite mantenernos ocultos y sentirnos menos vulnerables a nuestros actos. De hecho, hay personas convencidas de que sus palabras online no son realmente “suyas”, sino de un personaje inventado.
2- InvisibilidadAunque nuestra personalidad no cambie en Internet, la invisibilidad física (tanto nuestra como de la persona con quien nos comunicamos), la falta de contacto visual, y la facilidad para ocultar lo que deseemos aumenta el efecto desinhibidor.Además podemos leer o visitar ciertos sitios web que nadie se entere.
3- AsincroníaLa interacción en tiempo real refuerza algunos comportamientos e inhibe otros. En cambio con el retraso que supone el e-mail, los SMS o los comentarios en Internet, nuestros pensamientos pueden estar dando vueltas en nuestra cabeza y evolucionar hacia situaciones exageradas de desinhibición tóxica o benigna de forma mucho más rápida.
4- SolipsismoA veces podemos creer que nuestra mente se ha fusionado con la de nuestro compañero online. Incluso la lectura de un mensaje puede ser experimentada como una voz interior, propia. Y no sólo eso, también asignar de forma inconsciente una cara y una personalidad a la persona con quien nos comunicamos. Nuestra imaginación nos hace fantasear y crear un personaje, querido o odiado, e interpretar sus palabras o actos de una forma tremendamente subjetiva.
5- Disociación imaginativaNuestro personaje online existe sólo en un espacio determinado, del que podemos entrar y salir de forma muy fácil. Esto nos permite actuar en base a normas diferentes a las del día a día.No es lo mismo que la disociación por anonimato, ya que en la imaginativa existe un personaje con alto grado de complejidad.
6- Minimización del estado de autoridadEl ciberespacio reduce la autoridad. Fuera del mundo virtual la presencia física, carácter o posición social puede imponer una cierta represión. En Internet el miedo a la desaprobación, a expresar opiniones frente otros o a la penalización se minimiza.
Seguro que no es tan sencillo. Nuestra vida online es tan nueva y avanza tan rápido que por eso resulta apasionante para los psicólogos que deciden estudiarla de forma lo más científica posible. Pero el colmo de los colmos, es leer lo siguiente, sentiremos verguenza ajena, pero tiene una dosis de realidad que sonroja:
Ligar en Internet
Hay infinidad de estudios interesantes, pero dejadme que os describa brevemente dos sobre citas online y encuentros múltiples que leí y guardé el pasado verano. Sólo os cuento algunas conclusiones de forma desordenada. Me parecieron muy graciosos:
- En Estados Unidos, sólo el 1% de las personas que buscan pareja online se califican “por debajo de la media” en su descripción física. Es decir, que un 49% oculta la verdad o tiene una extraña percepción de su físico.
- Las mujeres tienen un poco más definido lo que buscan: En las citas múltiples, los hombres dan un primer visto bueno a la mitad de las chicas que conocen, mientras que ellas sólo lo dan a un tercio de los hombres.
- Las mujeres rubias parecen tener más éxito online, y los hombres pelirrojos menos (al menos en USA)
- Pero lo más curioso es la influencia del factor económico (insisto, es un estudio realizado en Estado Unidos, y sobre la búsqueda de pareja exclusivamente por Internet): Un hombre de 172 cm necesita 183.000 dólares más que uno de 182cm para tener el mismo éxito online. Y si tu foto está considerada "en la media" en cuanto a atractivo físico, necesitas 143.000 dólares extra para tener el mismo “atractivo global” que uno cuya foto esté en el topten.

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