Me pregunto si te has ido para no volver, si tus despedidas tienen retorno en mis manos o en mis ojos, si el vuelo vespertino del humo del café es solo un recuerdo o será sutil melodía que escriba la partitura de mis tardes. Y mientras tú, en tu resignada ausencia, como si nada importara mas que en mí, como si tus muñecas nunca fueran abrazadas por agujas impertinentes; solo tú, en tu genial permanencia, en tu quietud, tu sosiego, tu calma concentrada, en tu parsimonia, tan ausente como presta a conquistar el espacio y su presente. Basta ya de ausencias elegidas, de retorcidos imposibles que requieren de tu compañía, basta ya de absurdas sandeces de esta vida que no soporto sin tenerte, de una soledad de ti que mata casi tanto como hiere, de un destierro que has elegido tú, sin contar conmigo, sin mis ganas de perderte. A dónde irás sin mi con lo que te necesito, dónde habrás escondido tu pausa y tus manos, y ese olor a cada instante que me pierde cuando no estoy contigo, dónde estarás escondida, donde estarán tus versos, tus silencios, tus palabras y tu verdad, dónde estarás paciencia de esta vida mía, dónde estarás.
Siete años
-
No recuerdo el día que nos conocimos, ha llovido mucho y en la Plaza Nueva
ya no se coge el 17 que me llevaba al Polígono. Eran años de vespino,
Tremendo...
Hace 5 años
2 comentarios:
Precioso lo que escribes, cada frase, cada palabra, cada coma....
Gracias,...
Publicar un comentario