Todavía ando camuflado en mi caparazón de soledad recapacitando, leyendo historias en los ojos de la infancia, tomando la mano del niño que ninca lo ha sido. La violencia pudre la humanidad, pero desintegra la infancia. No podemos destruir más corazones que empiezan a latir, no podemos retener más oxígeno del que respiran los pulmones impolutos de los niños. Tenemos que erradicar la violencia machista, pero sobre todo, cegarla, omitirla y transformarla. Educar es mucho más que enseñar, educar es ser modelo, y los modelos se están perdiendo y desintegrando en la maldad humana...
Primer viernes de Cuaresma
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Primer viernes de Cuaresma, minutos antes de las siete de la tarde. Por
lontananza, recortaba la moderna silueta de las setas un atardecer
machadiano, ent...
Hace 1 año
1 comentario:
Creo que hay que educar para que haya un mejor futuro. :-)
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