Siete años
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No recuerdo el día que nos conocimos, ha llovido mucho y en la Plaza Nueva
ya no se coge el 17 que me llevaba al Polígono. Eran años de vespino,
Tremendo...
Hace 6 años
La mejor metáfora es aquella que ostentamos con la fuerza de la existencia, o acaso, ¿no vivimos para morir?
Que nada detenga tus pasos, tus sueños llévalos siempre contigo, que sople el viento desde donde quiera, que mueran los rayos donde deseen hacerlo, que amarguen las aguas a tu paso, que derramen lágrimas en el lodo y que se derritan los aceros que sostienen las torres más altas; pero nunca detengas tu paso, nunca añores nada que no pudiste conseguir porque lo hiciste todo, mira al frente y sonríe porque algún día vendrá a vivir contigo, porque serás el norte de los barcos sin rumbo, porque si supieras que sin saberlo eres la luz, porque siento que has sentido como yo siento que es tuyo y que es mio. Tengo tantas cosas que decirte que el tiempo no puede esperarme, se irá y vencerá todos los detalles, y los cumplidos. Pero no me importa, porque lo escribiré donde haya que escribirlo, y porque lo he sentido, porque lo hice mio. Hoy tengo que darte las gracias por vivir lo que he vivido, por vivir lo que me queda por vivir, porque no hay pendientes que se eleven más allá de lo posible, porque no hay fronteras que no se puedan traspasar y porque no queda nada que no haya sido vencido.