viernes, 5 de junio de 2009

Sorpresas

La vida te sorprende tanto que uno no sabe si encajar los golpes con sonrisas y las alegrías con llanto. El caso es que llevo tiempo sin escribir por mil escusas que no se sustentan ni por la necesidad de explicarlas. Esta semana me han comunicado que una alumna ha ganado un premio de relato breve, no se si tendrá algo que ver con mi amor por las letras, con el deseo imperioso de escribir en las paredes, el los huecos de los adoquines que voy pisando, pero el caso es que me ha resquebrajado el cristal opaco de la humildad y me ha llenado de alegría. Es como saber que todo el año de sufrimiento, de paciencia concentrada en dosis imposibles ha merecido la pena. Son esos golpes de suerte que la vida coloca a tu paso cuando parece un imposible hasta despertar. Han exponenciado mis ganas de educar, de seguir en la docencia con la necesidad de transmitir algo más que vanos conocimientos a golpe de buen libro. Las pequeñas cosas son necesarias para ser feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por la parte que te toca, amigo. Y que ese deseo no decaiga nunca.

La gata Roma dijo...

Es que sin las pequeñas cosas, directamente, yo no puedo vivir…
Es buenno ver el resultado de las cosas; le dan sentido a la vida, y como a veces la vida lo que menos tiene es sentido…

Kisses