
se elige y a veces duele como sus ojos, hiere como lo injusto que es el mundo de color gris asfalto, como la eterna línea que os separaba, como el último refugio de su cuerpo. Pero siempre quedará en su corazón la mirada dulce de tus ojos, el último y el mejor adiós que nadie tuvo, la calidez de unos ojos que por fin lo miraron, de unos pensamientos que lo cobijaron y le dieron el amor que nadie supo entregarle. Entendió tanto tu mensaje que entendió que era su último día, el último y el mejor suspiro, porque cumplió el sueño de sentirse amado, de encontrar un ángel que valoró su esencia por encima de su presencia. Podrá abrazarte donde esté,quizás sea tu alma protectora, pero estoy convencido que recordará por siempre tus ojos que fueron los primeros que lo miraron con amor, fueron el aliento y la recompensa a estos días de eterna soledad. No has dejado de hacer algo, has hecho que el último sea el mejor de los días de ese vagabundo, que sus ojos triste se iluminaran con algo más que lágrimas, que el asfalto doliera menos bajo sus pies, y que los sueños se cumplieran, que el corazón se sintiera pleno y que sonriera, porque tus ojos vieron en él lo que otros no supieron ver, porque tu aliento reconfortó su esfuerzo, porque tus manos lo supieron abrazar y porque un deseo es mas fuerte que una legión de buenas intenciones. Cuando un corazón ama, ni la vida es tribunal acreditado para hacer juicios ni el tiempo tiene medida para valorarlo. Eres tan especial y única como él, tan enormemente grande como su corazón.