Si todo se marcha, siempre hay pedacitos de oxigeno que trae la marea cuando cae el sol. Si el verano se escurre entre mis dedos como el agua del mar, la sal va dejando en mis manos salobres el regusto de vivir. Cuando todo parece partir, es maravilloso contemplar que la vida sigue arribando con imágenes tan bellas.
Los últimos rayos parecen sonreír buscando el objetivo. Un guiño infantil y entrañable a quien desde la arena húmeda de brisa marina, despide una tarde tras otra la luz empapado de sensaciones que vienen a tocarme el alma y dejarme olores que viven en mi, que llevo conmigo.
Si eligiera un momento sería este, cuando lo tengo todo, cuando retrato en el iris de mi alma más de lo que puede retener el objetivo. Me decían que fotografiar era escribir con luz, con la que tienes Tú cuando te apagas junto al mar, cuando buscas el refugio en el velo negro de tu noche húmeda.
Me gusta cuando el sol dibuja en tu orilla los versos que siempre he soñado escribir, cuando las olas roban el soneto y lo llevan al mar, donde cantan las sirenas a mil voces el himno celestial que mece tu luna. Me pierdo como siempre en este momento, justo ahí.
2 comentarios:
"Me gusta cuando el sol dibuja en tu orilla los versos que siempre he soñado escribir, cuando las olas roban el soneto y lo llevan al mar, donde cantan las sirenas a mil voces el himno celestial que mece tu luna. Me pierdo como siempre en este momento, justo ahí"
¡Sí, Miguel, justo ahí! Frente al mar, donde hasta el sol que nos permite ver la belleza del universo, rinde culto y, tras sonreirnos con sus rayos naranja de despedida, se esconde avergonzado de su impotencia. Porque es bello el sol levitando sobre nosotros pero más bello lo hace el reflejo del mar que lo engalana y asea a la hora de dormir.
Leí tu blog, primero como agradecimiento de tu visita al mío; terminé de leerlo, como reconocimiento a un trabajo bien hecho. Encontrar cosas así en la red, me hace valorar aun más mi fe en el ser humano. Gracias
Ayer estuve en ese momento. :-)
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